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Los guantes de protección contra la radiación de plomo están disponibles en una variedad de estilos y tamaños para adaptarse a diferentes necesidades. El estilo más común de guante de protección contra la radiación de plomo es el guante de manopla. Los guantes de manopla cubren toda la mano y la muñeca, y están disponibles en longitudes que van desde el codo hasta el hombro. Los guantes de dedo también están disponibles y brindan más destreza que los guantes de manopla. Sin embargo, los guantes de dedo no brindan tanta protección como los guantes de manopla.

Los guantes de protección contra la radiación de plomo deben usarse siempre que exista riesgo de exposición a la radiación ionizante. Esto incluye procedimientos médicos como radiografías, fluoroscopias y tomografías computarizadas (TC). Los guantes de protección contra la radiación de plomo también deben usarse en entornos industriales donde existe riesgo de exposición a la radiación, como plantas de energía nuclear y fábricas que utilizan radioisótopos.

Es importante usar el tamaño y el estilo correctos de guantes de protección contra la radiación de plomo. Los guantes que son demasiado pequeños pueden restringir el movimiento y causar molestias. Los guantes que son demasiado grandes pueden ser voluminosos y dificultar la realización de tareas.

Los guantes de protección contra la radiación de plomo deben inspeccionarse con regularidad en busca de signos de daño. Los guantes que estén dañados deben reemplazarse de inmediato.